La generación Z y el reto del talento.
- zenoquantum
- 12 sept
- 4 Min. de lectura
¿Por qué más del 40% deja su trabajo en menos de un año?
Un dato cada vez más preocupante circula en titulares: más del 40% de los jóvenes de la generación Z abandona su puesto de trabajo antes de cumplir un año (La Vanguardia, 11 de septiembre de 2025).
Esto no es una anécdota, sino una señal de alarma para las empresas que buscan atraer y retener talento joven.
Un cambio de reglas en el mercado laboral
La generación Z no entiende el trabajo como lo hacían las generaciones anteriores. Para ellos, el empleo no es solo estabilidad económica, sino también:
Propósito: trabajar en algo que tenga sentido.
Flexibilidad: poder conciliar vida personal y profesional.
Crecimiento: aprender, progresar y sentirse desafiados.
Cuando estos elementos no están presentes, el “contrato psicológico” con la empresa se rompe… y el talento se marcha.
Las empresas frente al espejo
El dato de La Vanguardia es solo la punta del iceberg: las compañías están viendo cómo se incrementan los costes de rotación, la pérdida de conocimiento interno y la dificultad para construir equipos estables. Todo ello pone en riesgo la innovación y el crecimiento.
Y aquí surge la gran pregunta: ¿están las empresas contratando pensando en lo que buscan los jóvenes o solo en lo que ellas necesitan?
El modelo tradicional de selección ya no funciona
Durante décadas, las empresas han confundido dos procesos distintos: selección y contratación.
La selección debería ser continua, permanente y estratégica, pensada para identificar y acompañar al mejor talento a lo largo del tiempo.
La contratación, en cambio, es el momento puntual de cubrir una vacante.
Lo habitual ha sido hacer ambas cosas a la vez. Y eso provoca que la búsqueda de talento se parezca a parar un taxi en plena calle: acabas cogiendo lo que hay disponible en ese momento, no necesariamente la mejor opción.
La experiencia del candidato importa
Otro error común está en la forma de interactuar con las personas. Un candidato no es un currículum, es una vida y una historia que merece ser escuchada.
Descartar a alguien sin explicarle por qué no solo genera frustración: también le impide aprender y mejorar para la próxima oportunidad. El mensaje que se transmite es frío y cortoplacista: “hoy me interesas, mañana ya no”.
Las nuevas generaciones no aceptan este enfoque. Quieren ser reconocidas, recibir feedback y sentir que detrás de la empresa hay un interés genuino en su desarrollo.
Más allá del CV
Seguir contratando únicamente por currículum es como comprar una tostadora por el folleto del buzón: información superficial que no refleja la verdadera experiencia ni el valor de la persona.
Las compañías deben ir más allá de los datos formales y aprender a conocer la historia, las motivaciones y los valores de cada candidato.
Employer branding auténtico
Y no basta con hacer un “spot bonito” para hablar de cultura corporativa. El employer branding que funciona hoy es el que cuenta una historia real:
Por qué vale la pena trabajar en esa empresa.
Qué propósito tiene y cómo impacta en la sociedad.
Cómo cuida de las personas que forman parte de ella.
La generación Z busca exactamente eso: formar parte de algo más grande, contribuir con sentido y saber que trabajan en una empresa saludable, responsable y coherente con sus valores.
El papel de los centros educativos
En este contexto, los centros educativos se sitúan como un hub de talento poderosísimo. Son el lugar donde los estudiantes empiezan a decidir su futuro profesional, a definir sus motivaciones y a entrenar sus competencias.
El inicio de la carrera profesional no ocurre con el primer contrato, sino mucho antes: cuando se elige un bachillerato o un ciclo formativo. Es esencial que en ese momento talento, colegio y empresa estén conectados.
¿Cómo aporta valor MeCareer?
En MeCareer creemos que la innovación pasa por aplicar ciencia y tecnología al servicio de las personas, transformando los datos en historias útiles tanto para el estudiante como para la empresa.
A los estudiantes, les ayuda a conocerse mejor, a definir su objetivo profesional y a mejorar sus competencias para maximizar su encaje.
A los colegios, les da herramientas para orientar y acompañar con impacto y enviar un mensaje claro: Nos importas ahora y nos importa también tu futuro.
A las empresas, les ofrece información real sobre quién está detrás del currículum, para decidir mejor y reducir la rotación.
Lo resumió Brad Pitt en la entrega del César 2023 of Honour to David Fincher: “¿Qué es más importante, el camino o el destino? Lo más importante son las personas que te acompañan.”
“El futuro del trabajo se empieza a construir mucho antes de la primera entrevista. Y eso significa dejar de leer currículums y empezar a escuchar historias.”
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