La mayoría de familias españolas no se plantean, por desconocimiento, un proyecto de estudios internacionales para sus hijos.
Para saber la importancia que tiene hacer un proyecto internacional, lo primero que debemos preguntarnos es: ¿Para que nos va a servir?
Los estudios son un puente a la profesión. La mayoría de los jóvenes estudian muchos años para poder dedicarse profesionalmente una parte muy importante de su vida.
Para poder acceder a una oferta de empleo, un recién titulado deberá competir contra cientos de jóvenes que tienen exactamente sus mismos estudios. Sin embargo, nadie le contratará, por ejemplo, como consultor, si no tiene un grado en ADE. Pero ese grado “por sí solo” no le va a diferenciar de los más de 87.000 que cada año se gradúan. El 41,6% de los estudiantes no encuentran trabajo según datos de Eurostat.
Lo primero que hace la empresa es cribar los centenares de currículums que les llegan para quedarse con 5 o 6. Un currículum está en las manos de un reclutador unos 7 segundos y en ese tiempo, o identifica algo distinto o te descarta.
Por lo tanto, lo que buscará principalmente serán los diferenciales, aquello que hace a ese candidato único.
Uno de los diferenciales que más valoran las empresas es saber si la persona cuenta con un perfil internacional, que en cierta manera anticipe que es una persona con mentalidad abierta, con capacidad de trabajar en un entorno multicultural, con capacidad de viajar y vivir de forma independiente.
Una carrera internacional aporta a un joven muchísimas cosas, entre las que se encuentra vivir una experiencia única. También aporta interculturalidad, que prepara a la persona para entender el mundo desde una visión más global. Como hablan, como piensan, como trabajan o como viven otras personas de otros países.
Aprender idiomas a nivel nativo. Un estudiante hace unas 80 horas en una academia cada año, el equivalente a estar una semana viviendo en el país.
También el acceso a otras oportunidades educativas. Por ejemplo, la matrícula de una universidad en Luxemburgo cuesta 1.400€, cuando en algunas universidades españolas superan los 1.500€. Oxford ofrece anualmente 130 becas para estudiar un grado y 1.000 si lo que quieres es hacer un postgrado. Para estudiar en Estados Unidos existen dos tipos de becas: las académicas, que ofrecen las universidades a los estudiantes con un buen perfil académico, y las deportivas, que ofrecen la posibilidad de compaginar estudios universitarios y deporte de alto nivel.
¿Si usted usted fuera empresario y hoy recibiera 700 currículums para cubrir una vacante, en que se fijaría?
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