Enma Fernandez que fue directora general de Indra y que ahora es asesora de empresas tan importantes como Metrovacesa, Axway o Ezentis, dice que “las compañías notan grandes diferencias entre los grupos humanos disponibles y los empleos que pueden ofrecer”.
Lo que nos viene a decir es que, hay un desfase entre lo que enseñan en la universidad con lo que realmente necesitan las empresas. Ella determina que los lazos de colaboración deberían ser más estrechos y la velocidad de la universidad con la empresa para implantar cambios y novedades debería estar acompasada.
Sin embargo no es tan solo un desfase lo que ocurre. Según la consultoría Gallup, en un estudio a más de 17.000 profesionales de 35 países distintos identifico que, además existe una disociación entre el talento, fortalezas o perfil del profesional, con la profesión que desarrolla, y que afecta al 86% de los profesionales en activo. Gallup dice que, mientras más asociado está el talento de una persona con la profesión que ejerce, más comprometido está con su profesión y más eficiente es en su trabajo.
Llevo cerca de 30 años trabajando en el sector educativo, donde entre otras, he pertenecido a grandes editoriales. En la actualidad soy parte del equipo de Zeno Quantum, donde la misión principal que tenemos es, asociar el talento de un alumno con lo que va a estudiar. Asesoro también a patronatos educativos y conozco a muchos equipos directivos. Sería difícil encontrar un centro educativo en el que no haya estado.
Pero vivo el mundo educativo en un entorno 360º. Además de profesional, estoy casado con una directiva de un centro y tengo dos hijos estudiando, el mayor finalizando 2º de bachillerato y apunto de decidir que espera ser cuando acabe la universidad. Una decisión que afectará no solo su parte profesional, sino que condicionará en gran medida su vida.
Esto me permite tener una visión transversal que me hace ser consciente de la urgencia de entender el sistema de una forma más global.
La carrera profesional de mi hijo no empezará cuando entre en el mercado laboral, sino que ya empezó hace dos años cuando eligió la modalidad de bachillerato. Durante este último tiempo ha trabajado mucho en asignaturas que le han aportado conocimientos del “qué”, aspecto que le permitirá intentar conseguir la máxima nota en la selectividad. Sin embargo tendrá un valor relativo para su futuro profesional, donde se le requerirá mucho más dominar el “porqué”.
Mi colaboración con Zeno Quantum me permite tener información que determina que, el profesional del futuro no competirá con la tecnología en el tratamiento de la información (el qué), sino investigando y dando soluciones a aquello que las maquinas aun no sean capaces de solucionar, (el porqué).
Mi experiencia profesional dice que, el sistema educativo y universitario está más focalizado en dar contendidos, a que sus alumnos aprendan. Parecería lo mismo, pero conceptualmente es totalmente distinto. Se entiende bien cuando se explica que alguien con una nota de 5 puede obtener un grado, o sea, certificando solo el 50% del conocimiento puede ejercer profesionalmente, por ejemplo, como médico.
Esto abre el debate de cómo debería ser el modelo educativo y formativo poniendo en duda un sistema que viene del siglo pasado.
Según mi opinión debería tener una visión transversal, que permita a un alumno experimentar mediante retos profesionales y que den sentido a los conocimientos académicos que está adquiriendo. Un sistema más actual que trate la singularidad de cada uno, su talento y su potencial, aprovechando las mejores herramientas y metodologías y que den sentido al objetivo principal que es, que el alumno entienda para aprender.
Por lo tanto, si analizamos todo lo anterior veremos que hay aspectos fundamentales que mi hijo Pablo deberá solucionar si quiere tener éxito en el campo profesional:
Debe escoger primero la profesión antes que el grado. Lo importante no es lo que va a estudiar, sino a lo que se va dedicar profesionalmente una parte muy importante de su vida.
Debe formarse para lo que ya es. Debe conectar sus estudios a su perfil personal, a sus fortalezas, a su talento, aspecto que hará que llegue al campo profesional teniendo asociado su talento a su conocimiento y que lo harán un profesional comprometido con su profesión.
La profesión para el grado que obtendrá, o desaparecerá o cambiará. Eso hace ver que ese grado no le va a durar 40 años, con lo que se deberá formar durante toda la vida.
Deberá dominar habilidades para solucionar el “porqué”, desde el campo de la investigación y la creatividad mediante el conocimiento y el entreno de las work skills como el sensemaking, la mentalidad lateral o el pensamiento crítico.
El éxito profesional de mi hijo Pablo dependerá más de lo que será que de lo que sabrá.
Miguel Angel Reguero, gerente ventas Zeno Quantum, CEO MIPAMA, asesor de patronatos y grupos educativos.
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