Podríamos pensar que, cada vez más, el colegio debe poseer una figura clave dentro de su equipo, que se posicione como un puente vital entre el mundo educativo y el ámbito profesional.
En un contexto educativo que evoluciona rápidamente, es crucial disponer de un profesional informado que conecte, la realidad y las tendencias educativas, el mundo formativo superior y laboral, con las necesidades reales de los colegios.
Ese profesional, al estar conectado con las tendencias puede proporcionar información valiosa que permita al colegio adaptar su estrategia educativa.
Esa adaptabilidad no solo beneficiaria la calidad de la enseñanza, sino que también aseguraría que sus estudiantes estuvieran preparados para los desafíos del futuro, alineando sus habilidades con las demandas del entorno laboral. Ese profesional, además de su papel en la planificación estratégica del colegio, puede ofrecer información valiosa en las decisiones del futuro de los estudiantes.
Su función y ámbito de trabajo debería estar situado con un pie en cada mundo, en el educativo y en el profesional. Sería como la persona que está en la puerta de un hotel, que sabe que fuera llueve y aconseja a los clientes coger el paraguas, o que hace calor y les anticipa que no es necesario coger la chaqueta.
Sin esta figura es muy probable que “el mundo” al que tenga acceso el colegio se limite al conocimiento y experiencia de lo que sucede entre las cuatro paredes de sus instalaciones, no pudiendo tomar decisiones estratégicas alineadas a un mundo actual.
Por dar un ejemplo sencillo, muchos profesores descubrieron las videoconferencias durante la pandemia, cuando por ejemplo, la plataforma Skype, ya estaba operativa para la sociedad en general en el año 2003. Muchos profesores pasaron cerca de 16 años en descubrirlo.
Lo mismo sucede con la AI, que parecería que nació cuando apareció ChatGPT, y ahora muchos corren a formarse. Sin ser de lejos los primeros, nosotros ya hace más de 15 años que trabajamos en AI predictiva para el análisis de patrones.
Esa figura profesional debería cubrirse desde una posición que pertenezca al comité de dirección, y en muchas ocasiones, si el perfil individual encaja, la figura de la orientadora podría ser una muy buena apuesta.
La orientadora del colegio no solo podría desempeñar un papel de apoyo; sino pasar a ser un agente de cambio que contribuya a crear un ecosistema educativo más sostenible y pertinente. Su capacidad para conectar la educación con el mundo profesional, junto con su enfoque en la orientación académica y profesional, no solo beneficiará a los estudiantes en su trayectoria académica, sino que también fortalecerá la posición del colegio como una institución que se adapta y responde a las necesidades del futuro.
Cuando te plantees incorporar esa figura estratégica, que bien podría ser tu orientadora, piensa en fomentar la participación de esa profesional en programas de formación continua que incluyan tendencias educativas, desarrollo profesional y habilidades blandas. Esto asegurará que esté al día con las demandas del mercado laboral y las metodologías educativas innovadoras. Si decides por la orientadora, que esté bien informada puede ofrecer asesoramiento relevante y efectivo.
También incluye a esa persona en las reuniones de planificación estratégica del colegio. Su perspectiva sobre las necesidades y aspiraciones de los estudiantes puede influir en la dirección curricular y las actividades extracurriculares. Esto asegura que las decisiones del colegio se basen en información precisa sobre las tendencias del mercado.
De la misma forma que no entenderíamos que ninguna institución o colegio avanzará hacia el futuro sin tener establecido un objetivo claro que le permita crear un plan estratégico, para los estudiantes debería ser igual. Un estudiante no puede decidir el bachillerato o el ciclo formativo sin tener claro qué objetivo profesional quiere alcanzar.
En ese sentido, MeOrienta se posiciona como la solución más avanzada del mundo que permite a las orientadoras ayudar a sus estudiantes a tomar decisiones fundamentadas en datos.
MeOrienta no es un test, ni es una plataforma de consulta de carreras, es una herramienta diseñada para la toma de decisiones académico profesional.
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