Corazonistas Barcelona amplía las oportunidades a sus familias mediante el programa EPF Orientación Internacional.
El colegio, que se sitúan como centros a la vanguardia de la innovación, incorpora programas disruptivos que dan soluciones a necesidades reales, aportando valor a su oferta educativa.
Y es que el programa EPF orientación internacional permite a las familias valorar, según las posibilidades de la familia y el perfil del alumno, cuál sería el mejor lugar del mundo donde estudiar.
El programa se inicia mediante un pre-scoring, donde la familia sube información básica en la plataforma que permitirá a los consultores valorar en primer término si hay posibilidades o no. Con el resultado positivo del pre-scoring, se realiza una reunión con el alumno y la familia donde se creará la base del estudio. A continuación, el consultor realiza una búsqueda a nivel mundial para determinar los países y universidades de mayor encaje. Para acabar, el consultor entrega el informe a las familias y les asesora en todas las propuestas.
Después, las familias tienen a su disposición la oficina de consultoría permanente para solucionar cualquier duda.
Y es que el principal objetivo de la formación superior es poderse dedicar profesionalmente a lo que se ha estudiado. Cuando un joven aplica a una oferta de empleo, debe competir contra cientos de jóvenes que tienen exactamente la misma formación. Tener un grado ya no le diferencia del resto.
A una oferta de empleo se inscriben hasta 700 personas. Un técnico de Recursos Humanos deberá cribar entre esas 700 para quedarse 5 o 6, con lo que el tiempo que dedicará a cada CV serán unos 7 segundos. Si en ese tiempo no encuentra algo diferencial, lo descartará.
La clave es tener diferenciales que lo hagan destacar y que le permitan pasar a la pila de personas a entrevistar. Diferencial es tener una formación que pocos tengan, haberla conseguido en una universidad prestigiosa, ser una persona con perfil internacional, que demuestre que es capaz de viajar, de trabajar con equipos multidisciplinares o interculturales, que domine otros idiomas además del inglés o que disponga de skills personales y profesionales que den garantías de quien es la persona qué hay detrás del curriculum.
Y es que la educación no es un coste, es la mejor inversión que un padre puede hacer para el futuro de su hijo.
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