Nuestro observatorio del mundo profesional nos insiste cada vez más a que animemos a las familias a pensar, en términos de internacionalidad de largo recorrido, en el futuro de sus hijos.
Este es el nuevo objetivo que nos planteamos para el futuro, después de haber estado trabajando durante 4 años en promover las carreras STEM para las estudiantes. Hoy en día ya no es noticia encontrar a alumnas que se decanten por carreras de ingenierías. Aprovechamos para dar las gracias a todos los centros educativos que nos han ayudado a que miles de mujeres no se queden fuera del mundo profesional del futuro.
Focalizados en nuestro nuevo objetivo que es la internacionalidad, sería un gran error seguir pensando en términos locales ante el futuro híper-conectado que está llegando. Aquello que anteriormente entendíamos como país, para las nuevas generaciones, ese “país” se llama mundo.
La globalización y cercanía provocada por la era digital amplía el desarrollo profesional a un mercado laboral sin fronteras. Estar preparado para ser “ciudadano del mundo”, permite a una persona ampliar muchísimo sus oportunidades profesionales y personales.
Y es que si hablamos de oportunidades, las economías mundiales llevan toda la vida enseñándonos que el dinero no desaparece, sino que cambia de manos. Cuando un país entra en recesión, otro país, en otro lugar del mundo, entra en crecimiento.
Nos lo enseñan también las empresas más importantes del mundo: Facebook, Amazon o Apple, ninguna de ellas se conformó con el mercado local y todas centraron sus estrategias en un mercado global. Si los jóvenes quieren optar a las mismas oportunidades profesionales, deberán abrir el zoom y mirar más allá de las fronteras.
Es cierto que cada vez más, las familias están sensibles a ese nuevo desafío, haciendo que muchas opten por centros educativos que eduquen a sus hijos en un entorno internacional, que permita entre muchas otras cosas la incorporación de habilidades personales en comunicación e idiomas.
Sin embargo, la mayoría de veces ese proyecto “internacional” iniciado en el colegio se queda a medias cuando, muchas de las familias por desconocimiento, optan en primer término por la universidad de su ciudad.
EPF meorienta ayuda a las familias a decidir la carrera profesional del futuro de sus hijos, para diseñar a continuación las estrategias formativas que lo lleven a conseguir un futuro profesional con éxito.
EPF orientación internacional abre un estudio a nivel mundial para determinar que país y que universidad son los más estratégicos para formarse.
EPF Plan de carrera internacional ayuda a las familias en todos los trámites necesarios para entrar en la universidad elegida.
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